Después de mi homenaje a la
Alhambra, ¿qué tal uno a nuestro más ilustre poeta, Federico García Lorca, pintando el paseo que lleva su nombre en Pampaneira?
Acrílico 700x500
La imaginación de los artistas siempre interviene para cambiar algo en su composición dando un toque personal. Las vigas del techo aparecen en color madera, pero las originales han sido encaladas. Las piedras de la mampostería obedecen a la improvisación. El gato con el que quise adornar tanta sobriedad y que no existe, lo pinté igual que mi gata, aunque sí que vi varios la última vez que anduve por esta calle. Al final de la misma hay una fuente de la que mana agua ferruginosa, un rincón escondido alternativo a la fuente de la Ermita de Fuente Agria en Pórtugos, para quien no quiera adentrarse más en la Alpujarra sin probar este agua con gusto a gaseosa que surge de las entrañas de la tierra.
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